Julio 13 del 2022.-¡Este es el mejor momento para emprender! Porque nunca antes en la historia se había contado con las distintas metodologías, tecnologías y herramientas de creatividad que facilitan a las personas -de una manera sencilla y exitosa- decidirse por el camino del emprendimiento, así lo expresó el Mtro. Diego Martínez de Velasco, Director de Emprendimiento, Talento y Desarrollo Empresarial (DETDE) de la Universidad Iberoamericana.
El maestro en marketing por la Emerson College de Boston, Massachusetts, explicó que no se había tenido acceso al conocimiento y a las tecnologías que se tienen ahora, pues “prácticamente el costo de emprender tiende a cero si se utilizan diferentes herramientas como el cómputo en la nube, las redes sociales para anunciar y comercializar tanto productos como servicios. Además de sitios para hacer páginas web, generar comercio electrónico, importar y exportar mercancías».
Martínez de Velasco señaló que México cuenta con todo un ecosistema de emprendimiento, es decir, organizaciones que ayudan a las personas emprendedoras a desarrollarse de manera adecuada. En este punto, las universidades juegan un papel muy importante pues cuentan con sus propios centros de negocios, incubadoras y aceleradoras. La IBERO, por ejemplo, cuenta con su Centro de Emprendimiento y Aceleración de Negocios (CEAN) que apoya en crear y acelerar startups de alto impacto.
El académico de la IBERO señaló que los fondos de inversión y las instituciones financieras que se dedican a buscar a emprendedores y grandes ideas de negocio para invertir capital y ayudar a que crezca. Así como aquellas organizaciones que llevan un proyecto desde una idea hasta un modelo de negocio sostenible y escalable son algunas de las herramientas que han facilitado a las personas emprender.
De acuerdo con el docente de la IBERO, un emprendedor debe identificar problemas o necesidades reales y latentes del mercado, pues es un error pensar en un gran producto o servicio, desarrollarlo y luego ir a buscar un mercado que quiera ese producto.
La estrategia es inversa -dijo Martínez- pues los emprendedores deben salir al mercado, a la calle, a identificar esas necesidades y problemáticas reales para que a partir de dicha experiencia se pueda diseñar un producto, un servicio o una solución que realmente atienda necesidades y problemáticas de un mercado en particular.
“No se trata de invertir mucho dinero y mucho tiempo en desarrollar el producto o servicio perfecto, lo que se busca es un aprendizaje o una mejora continua”, explicó el directivo.
Al estudiantado y personas recién egresadas que desarrollaron un proyecto durante la licenciatura, el Mtro. Diego Martínez los invitó a acercarse al CEAN para revisar la viabilidad como modelo de negocio, pues en la mayoría de los casos tiene una investigación y base de conocimientos sólida con las cuales se les puede dar continuidad, sólo faltaría contrarrestar con otras herramientas.
Emprendimiento= experimento
Para el docente de la IBERO, el emprendimiento es como un experimento, es prueba y error. Por lo cual el trabajo se centra en identificar cuáles son las hipótesis de la guía de negocio. Es decir, validar la idea o creencia sobre el tipo de mercado, sobre el canal de venta, si es en línea en lugar de física y/o el tema de proveedores.
“Entonces se hace un experimento para validar o se busca otro canal. Todo es un proceso de experimentación, validación y mejora continua, es la forma más eficiente para desarrollar un emprendimiento que llamamos lean startup”, explicó.
El especialista en emprendimiento añadió que se debe pasar de la idea a la acción, por lo cual compartió que en el CEAN existe un proceso de ideación, creatividad y desarrollo del modelo de negocio a través del uso de herramientas ágiles y lúdicas.
Pero antes se debe pasar de planeación e ideas, salir al mercado, salir del edificio, pues el emprendimiento está afuera, nos planteamos unas hipótesis, pero luego generamos esos experimentos para generar prototipos e intentar venderlos, hablar con clientes y realmente estar en el mercado.
Las tres fases del emprendimiento
Descubrimiento de cliente. Generar empatía y tener un conocimiento profundo de quién es nuestro mercado y el nicho de clientes a quienes les vamos a resolver un problema o atender esa necesidad. Se recomienda que sea lo más acotado posible: demografías, comportamiento, hábitos de consumo, gustos, contexto, cómo viven su día a día, objetivos, expectativas y metas. Tener identificadas estas características ofrece oportunidades para mejorar productos o servicios existentes o desarrollar nuevos.
Validar producto y modelo de negocio. Validar si mi idea de negocio y mi modelo de negocio encajan en un mercado existente. Es decir, en lugar de destinar mucho dinero, recursos y tiempo para desarrollar un producto o idea, se busca desarrollar un producto mínimo viable, construir un producto o servicio beta, es decir, que quizá no tenga todas las características finales, pero intentar salir a venderlo, hablar con los clientes, empezar a comercializarlo, intentar ver si tu modelo de negocio como está planteado hace match con el mercado o que se debe cambiar. El producto como el modelo de negocio sufrirán cambios, es la constante experimentación.
Escalar y buscar inversión. Una vez que el modelo de negocio se puede operar de forma repetitiva y que no amerite cambios drásticos en algún componente como el segmento, canales, estrategia de precios, costos o proveedores, entonces se puede pensar en escalar. Cuando se logra ejecutar de forma repetitiva, entonces se puede pensar en escalar, en acercarse a un fondo de inversión, buscar inversionistas, recaudación de fondos o crowdfunding, es decir, alguna herramienta de financiamiento que permita multiplicar un modelo que está validado, que ya no es una hipótesis.
La IBERO pone a tu alcance todas las herramientas que se necesitan para emprender. ¡El momento es ahora!