Ciudad de México.-Julio 24 del 2022.- (EFE).- Los médicos pasantes en México viven su servicio social en condiciones precarias y con el riesgo de sufrir ataques tanto de la población que atienden como del crimen organizado, por lo que es urgente garantizar su seguridad y bienestar, señaló Cynthia Flores, vocera de la Asociación Mexicana de Médicos en Formación.
“Lo que queremos son cosas como una seguridad y bienestar de nuestra vida prácticamente”, dijo Flores en entrevista con Efe.
La también doctora recordó que, el pasado 15 de julio, el médico pasante Eric Andrade, a 15 días de concluir su servicio social, fue asesinado en el Hospital Integral de El Salto, en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango, cuando atendía a dos pacientes.
“Él hubiera terminado su servicio social, desgraciadamente no fue así y la situación es que el doctor Eric no es el primero que pasa por esta cuestión de inseguridad y por estar dando esta prestación o este servicio de salud en alguna comunidad”, lamentó.
En México, anualmente, miles de pasantes de medicina realizan, de manera obligatoria durante 12 meses, el servicio social en áreas rurales y urbanas del país.
Amenazas y agresiones
El último dato de la Secretaría de Salud (SSa) indicó que, tan solo en 2021, 34.000 pasantes ofrecieron sus servicios en clínicas, hospitales e institutos nacionales de salud de la SSa federal y estatales, además de otros hospitales públicos y privados.
Según la Asociación Mexicana de Médicos en Formación, de ese total alrededor de 6.000 pasantes de medicina realizan su servicio social en comunidades alejadas en estado del interior del país.
Flores aseguró que la mayoría de ellos reciben amenazas o el crimen organizado los secuestra.
“Reciben amenazas o advertencias. Son situaciones en las que sí se ven muy expuestos. Hay denuncias de acoso, de violación y de secuestros y no quieren decirlos porque prefieren callar por miedo”, aseguró.
Por ello, precisó, la cifra exacta de cuántos médicos pasantes son agredidos durante su servicio social se desconoce.
Sin embargo, en la última encuesta que la Asociación realizó el año pasado se logró documentar que el 40 % de los pasantes en medicina sufrió algún tipo de agravio o agresión verbal.
“Tenemos datos que en casos de violencia y acoso el 40,1 % comunicó inseguridad en toda su formación. Mientras que el 40 % sufrió un agravió en la universidad o en un hospital”, dijo Flores.
Y estima que al menos un médico pasante fue asesinado anualmente en los últimos cinco años. Para actualizar estos datos, la Asociación ha iniciado una nueva encuesta que está disponible para los médicos estudiantes en las redes sociales de la organización.
Exigen seguridad
Flores expuso que en este contexto han hecho una serie de peticiones a la Secretaría de Salud con el fin de garantizar el bienestar de los pasantes durante esta etapa de su vida profesional.
“Queremos seguridad, esto a través de las escuelas y las facultades de medicina, que no acepten que vayan médicos a zonas con altos índices de violencia. Que realmente aseguren que los centros de salud tengan las condiciones, porque muchas veces no las tienen para otorgar los servicios de salud”, apuntó.
Lamentó que muchas veces por el sueño de querer ser médico o querer ejercer la medicina muchos estudiantes “están pagando con la propia vida”.
Indiferencia de autoridades
El pasado martes, el secretario de salud, Jorge Alcocer, lamentó el asesinato del doctor Erick Andrade, pero afirmó que el servicio social es una necesidad académica que no se puede cancelar.
“(El servicio social) es una necesidad académica que en principio no se puede cancelar, porque es en el momento que el médico está por recibirse y ocupan ese tiempo para preparar su examen y recibir cursos preparativos para ello”, apuntó.
Y aseguró que “no es oportuno, no es aconsejable” que se suspenda ese proceso de formación pues es muy importante para los médicos jóvenes que están a punto de titularse.
Para Flores, que la SSA no quiera desaparecer el servicio social en el que se pone en riesgo a miles de estudiantes de medicina cada año responde a diversos factores, pero, principalmente a que “no le es conveniente ya que la atención primaria en comunidades rurales y alejadas es dada por estudiantes, a donde médicos con cédula no quieren ir”.
Finalmente, dijo que se requiere un análisis profundo de cómo se están formando a los médicos en México, pues muchas veces durante el servicio social no hay médicos que estén dando un acompañamiento a los pasantes “no hay un programa académico y eso repercute en el sistema de salud y en los pacientes”. EFE