Agosto 3 del 2022.-Los trastornos de tiroides son muy comunes, cerca del 12% de las personas experimentará en algún momento de su vida una función tiroidea anormal.
Las mujeres tienen 8 veces más probabilidades de desarrollar enfermedades tiroideas a comparación de los hombres, además de aumentar sus probabilidades de aparecer conforme pasa el tiempo.
La hormona tiroidea es la encargada de coordinar la energía, el crecimiento y el metabolismo del cuerpo. Los problemas se pueden presentar cuando existen niveles muy altos o muy bajos de esta hormona.
El hipotiroidismo o los niveles bajos de la hormona tiroidea, hace que tu metabolismo sea más lento y disminuye el crecimiento o la reparación de muchas partes del cuerpo.
Este trastorno puede no causar síntomas notables en las primeras etapas, pero con el tiempo, el no tratamiento puede causar diversos problemas de salud como obesidad, dolor en las articulaciones, enfermedad cardiaca o infertilidad.
Síntomas
Los signos del hipotiroidismo varían según la gravedad de la deficiencia hormonal, estos problemas tienden a desarrollarse lentamente durante años. En las etapas tempranas se pueden presentar síntomas apenas perceptibles como cansancio o aumento de peso.
A medida que el metabolismo empieza a ralentizarse es posible que los problemas sean más evidentes, entre ellos pueden aparecer:
Fatiga
Aumento de la sensibilidad al frío
Estreñimiento
Piel seca
Aumento de peso
Hinchazón de la cara
Ronquera
Debilidad muscular
Nivel de colesterol en sangre elevado
Dolores, sensibilidad y rigidez musculares
Dolor, rigidez o inflamación de las articulaciones
Períodos menstruales irregulares o más intensos de lo normal
Afinamiento del cabello
Ritmo cardíaco lento
Depresión
Memoria deficiente
Glándula tiroides agrandada
Factores de riesgo
Si bien cualquier persona puede padecer hipotiroidismo, tienes un riesgo mayor si presentas estos factores:
Si eres mujer.
Si eres mayor de 60 años.
Tienes antecedentes familiares de enfermedad tiroidea.
Tienes una enfermedad autoinmune, como diabetes tipo 1 o enfermedad celíaca.
Recibiste tratamiento con yodo radioactivo o con medicamentos antitiroideos.
Recibiste radioterapia en el cuello o en la parte superior del pecho.
Tuviste una cirugía de tiroides (tiroidectomía parcial).
Estuviste embarazada o diste a luz en los últimos seis meses.