12 de febrero del 2024
El Nearshoring representa para México una serie de oportunidades gracias a la reconfiguración de las cadenas de suministro globales, provocada en gran medida por la pandemia de COVID-19, enfatizó Juan Carlos Botello Osorio, profesor de la Facultad de Comercio y Estrategia Internacional de la UPAEP.
Destacó cómo la ruptura de estas cadenas afectó a empresas de todo el mundo, obligándolas a reconsiderar la dispersión geográfica de sus actividades. El análisis de esta situación llevó a una reconfiguración geopolítica de socios comerciales, especialmente evidente en las tensiones económicas entre Estados Unidos y China.
Esta situación generó oportunidades para países como México, que se presentan como aliados estratégicos en la reorganización de las cadenas globales de suministro.
El profesor mencionó que actualmente, aproximadamente el 40% de las empresas consideran reubicar sus cadenas de suministro, priorizando la proximidad a los mercados de consumo. En este contexto, México se posiciona como una opción atractiva, no solo para Estados Unidos, sino también para aliados estratégicos como Japón, Francia, Alemania, Reino Unido, Brasil, India, y otros, que ven en el país latinoamericano una oportunidad para invertir y reconfigurar sus cadenas.
El Dr. Botello subrayó la importancia de la especialización de la mano de obra mexicana, especialmente en sectores como el automotriz, que podría adaptarse rápidamente a nuevas actividades. Sin embargo, señaló que la reconfiguración también requiere inversiones en infraestructura, desarrollo tecnológico y la resolución de problemas como la seguridad y la corrupción.
Además, Juan Carlos Botello destacó la relevancia de la seguridad jurídica y la transparencia para atraer inversiones extranjeras. En un contexto de elecciones tanto en México como en Estados Unidos, subrayó la importancia de garantizar procesos democráticos transparentes para mantener la confianza de los inversores.
Dijo que mientras las oportunidades del Nearshoring son evidentes, México enfrenta desafíos internos que deben abordarse para aprovechar al máximo este escenario. La construcción de certeza, transparencia y condiciones favorables para las inversiones extranjeras son clave para consolidar a México como un actor estratégico en la reconfiguración de las cadenas globales de suministro.