Uno de los factores de riesgo modificables para el desarrollo de la hipertensión y su control es una dieta malsana, es decir, el consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y hortalizas, por otro lado, es posible un control, con un cambio de alimentación.
Uno de los pilares fundamentales para el control de la hipertensión arterial, además del tratamiento médico y la actividad física, es la alimentación. La hipertensión se presenta cuando la presión de la sangre en los vasos sanguíneos es demasiado alta (de 40/90 mmHg o más).
Es un trastorno médico grave que puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cerebrales, renales y otras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una importante causa de defunción prematura en todo el mundo, afecta a más de uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres, es decir, más de 1000 millones de personas.
Hay cambios de hábitos que pueden ayudar a los pacientes con hipertensión a reducir su tensión arterial, uno de ellos es la alimentación saludable, para esto, existen una cantidad de alimentos que aportan un requerimiento nutricional con efecto positivo, por el contrario, hay productos que deben evitarse.
8 alimentos que no deben faltar
La Fundación Española del Corazón, recomienda estos son 8 alimentos que no deben faltar en la dieta de un paciente con hipertensión:
- Frutas
Por el aporte que brindan de fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes y otras sustancias, las frutas son fundamentales en la dieta de pacientes hipertensos. Se recomienda ingerir tres porciones al día y consultar con el medico cuales son las más recomendables para cada persona.
- Cereales integrales
Son productos que se consideran aliados cardiovasculares, gracias a sus propiedades, se encuentra en el salvado, la cáscara que protege a la semilla del cereal, y es que los cereales integrales, al no estar refinados, conservan esta parte rica en fibra que ayuda a disminuir los niveles de colesterol LDL.
- Aceite de oliva
Gracias a su composición en ácidos grasos y sus componentes antioxidantes, que protegen ante la arterioesclerosis y reducen los niveles de colesterol LDL.
- Pescados
Son una buena fuente de proteínas de alta calidad porque contienen aminoácidos esenciales. También, son una buena fuente de vitaminas como la vitamina D o la vitamina B12 y de minerales. Además, tienen un tipo de ácidos grasos, concretamente los ácidos grasos omega 3, que son los encargados de estabilizar el metabolismo de las grasas.
- Carnes blancas
Tienen proteínas de alto valor biológico, son de fácil digestión y aportan lípidos insaturados, además de vitamina B12 y minerales como el hierro, el zinc o el cobre. Pero además, tienen un bajo aporte graso.
- Verduras y hortalizas
Son muy ricas en antioxidantes y pueden ayudar a limitar el riesgo de ateroesclerosis. Consumiéndolas también se reduce la ingesta de sodio, cuya asociación con la hipertensión arterial está demostrada. Además, su rico contenido en fibra favorece el tránsito intestinal, lo que nos ayuda a mantenernos en nuestro peso.
- Frutos secos
El consumo regular de frutos secos en pequeñas cantidades ayuda a reducir el colesterol y la prevalencia de factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Se recomienda consumirlos crudos y sin sal y, como aportan bastantes calorías, no excedernos de la cantidad aconsejada: entre 3 y 7 raciones a la semana.
- Legumbres
Contienen hidratos de carbono de absorción lenta (en torno al 55%) y por tanto, de bajo índice glucémico, y son ricas en proteínas, antioxidantes y fibra. Una frecuencia que los especialistas creen que debería multiplicarse al menos por dos o por tres.
Productos no recomendados
El consumo de estos productos puede alterar la presión arterial, por eso expertos recomiendan disminuir su consumo:
La Sal
La sal guarda una relación lineal con nuestra presión arterial, con las consecuencias que ello conlleva para el funcionamiento del corazón y para las paredes de los vasos sanguíneos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda reducir la ingesta de sal a menos de cinco gramos al día.
Alimentos prosesados
mayor cantidad de sal, grasas y preservantes, que pueden tener un efecto negativo y desencadenar un incremento en la presión arterial.
El Azúcar
Consumir azúcar en exceso contribuye a que aumenten las posibilidades de padecer obesidad y diabetes, dos factores de riesgo cardiovascular que además aumentan la presión arterial.
El Alcohol
Para mantener una hipertensión controlada, los expertos aconsejan consumir alcohol con moderación. Una ingesta excesiva incrementa la presión arterial, además de producir otras alteraciones perjudiciales para el corazón y otros órganos.