Septiembre 12 del 2024.- (EFE / (Foto de Isaac Fontana de la agencia EFE).-Las hidroeléctricas situadas en el río Madeira, entre las mayores de Brasil, operan con una fracción de su capacidad debido a la grave sequía que ha reducido los niveles de este importante afluente del Amazonas a mínimos históricos.
La central de Santo Antônio, que tiene capacidad para abastecer de electricidad a 45 millones de personas, funciona con 7 de sus 50 turbinas, el 14%, según el Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS).
De los 3,568 MW de capacidad instalada, la cuarta mayor hidroeléctrica del país, fundada en 2012, apenas genera 490 MW desde principios de mes.
Lo mismo sucede con la de Jirau, inaugurada en 2013 y también situada en los márgenes del río, con 10 turbinas de 50 en funcionamiento, un 20%.
El ONS ya apuntó la semana pasada al empeoramiento de la situación hidrológica, justo cuando la demanda energética ha subido por las altas temperaturas que afectan a Brasil en su peor sequía en 75 años.
Como la previsión es que el nivel de las presas en todo el país siga disminuyendo hasta finales de noviembre, el operador señaló en un comunicado que apostaba por ampliar la disponibilidad de las centrales térmicas, mucho más contaminantes.
El nivel del Madeira, el más largo afluente del Amazonas y uno de los más caudalosos, rondaba los 70 centímetros este martes a su paso por Porto Velho, la capital de Rondonia, un estado fronterizo con Bolivia.
Si bien se trata de la temporada seca, el nivel mediano histórico por estas fechas es de por lo menos 3 veces más, según el Servicio Geológico de Brasil.
La región de Porto Velho no ve lluvias significativas desde finales de mayo y el Instituto Nacional de Meteorología emitió este martes una alerta roja por ola de calor en 8 estados del país, entre ellos Rondonia, hasta el viernes.