19 de enero del 2024
Ejutla, Jalisco. – Pobladores de Los Naranjos huyeron de su comunidad llevándose sólo lo que traían puesto, ante las amenazas de muerte de El Güero Conta, líder de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que controla la región de Tequila y cuenta con la complicidad de autoridades estatales y municipales.
Los habitantes no sólo perdieron el patrimonio que consiguieron a lo largo de varias generaciones. Ahora la célula del CJNG ofrece una recompensa “por quien nos pase cualquier tipo de información”.
La publicación compartida en Facebook por varias personas la célula delictiva menciona:
“Nosotros siempre hemos RESPETADO a nuestra gente, a nuestro TURISMO y a la sociedad en general. Y lo seguimos haciendo porque nuestra causa es totalmente ajena a los ciudadanos de bien.
“Sin embargo, es importante que sepan que con TODOS los habitantes del RANCHO LOS NARANJOS, así como la FAMILIA SIERRA de esa localidad, el trato será diferente a causa de sus acciones. Y para los habitantes de los ranchos San Pedro de los Landeros y el Medineño ya tenemos conocimiento de que junto con la policía municipal están ayudando a esos Naranjeños.
“Esta será la única Advertencia que haremos, por lo tanto: SORPRENDEMOS AYUDÁNDOLES O PASANDO INFORMACIÓN DE CUALQUIER TIPO A QUIEN SEA, tomaremos acciones o medidas diferentes. ¡Esto con la finalidad de seguir conservando la tranquilidad de nuestro pueblo!
“Nota: Hay RECOMPENSA por quien nos pase cualquier tipo de información sobre las personas ya mencionadas.”
Unas 40 familias de la comunidad, integrada por alrededor de 100 personas con edades que oscilan entre uno y 70 años, cobijadas por la oscuridad de la noche, subieron a sus respectivos vehículos. “Sólo alcanzamos a sacar los papeles a lo rápido”, refiere una de las afectadas.
Otra mujer, quien también pidió omitir su nombre por temor a represalias, considera que corrieron con suerte porque en la fecha en que huyeron “entró gobierno (federal) para el lado de Tequila y alcanzamos nosotros a salir de puro milagro”.
Al cuestionarles por qué la célula los despojó de su comunidad, explican que el sitio se ubica en un “punto privado, está oculto, y lo quieren para seguridad, para esconderse; sólo hay una entrada y una salida. Cuando viene el gobierno (federal), ellos no tienen prácticamente a dónde correr. Además, tienen atemorizada a toda la zona y nada más ahí faltaba”.
Desde hace cinco meses comenzaron a ser amedrentados por la célula del CJNG, al grado de que sin ningún motivo aparente golpeaban a los jóvenes hasta dejarlos casi muertos.







