10 de mayo del 2024
Washington, Estados Unidos. – Según el informe Evaluación Nacional de las Drogas 2024, de la agencia antidroga DEA, a día de hoy, tanto el Cártel de Sinaloa como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tienen presencia en todo el territorio de Estados Unidos.
La DEA señala a estas dos organizaciones criminales transnacionales, denominación de la agencia, como los grupos más poderosos y peligrosos de México. A los que les atribuye su participación en el tráfico de armas, lavado de dinero, tráfico de migrantes, sobornos, extorsión, entre otros crímenes.
A pesar de que el Cártel de Sinaloa y el CJNG están presentes en los 50 estados del país vecino, tienen mayor actividad y fuerza en los estados fronterizos de Texas, Arizona, California y Nuevo México, también en estados del este como Nueva York, Florida o Illinois.
“Juntos, los cárteles de Sinaloa y Jalisco han provocado la peor crisis de la droga en la historia de Estados Unidos. Ellos dictan el flujo de casi todas las drogas ilícitas hacia el país, y su dominio sobre el comercio de drogas sintéticas, en particular, es evidente en el incesante flujo de fentanilo y metanfetamina ilícitos que cruzan la frontera hacia los mercados estadounidense”, indicó.
«Franquicia» líder de la droga
Además, la agencia estadounidense antidroga describe que el Cártel de Sinaloa no tiene un líder, en cambio, su estructura está compuesta de cuatro organizaciones que cooperan entre sí, compuesta por: Los Chapitos, el grupo de Ismael “El Mayo” Zambada, otro bajo el mando de Aureliano “El Guano” Guzmán Loera –hermano de “El Chapo”– y, finalmente, el grupo de Rafael Quintero.
El grupo criminal de Sinaloa es señalado como el “pionero” de amenaza del fentanilo en Estados Unidos. Mercado del que es el actual dominante.
A su vez, equiparó el modelo de organización del CJNG similar al de una franquicia, estando todas estas bajo la supervisión Rubén “El Mencho” Oseguera-Cervantes, con un grupo de comandantes de alto nivel, quienes responden directamente ante él.
Debajo de los comandantes se encuentran los jefes regionales y de “plaza”. Grupos semiindependientes que pueden expandirse a un ritmo veloz.
Las operaciones y dominio de los cárteles mexicanos, no solo se limitan a Estados Unidos. De acuerdo a la DEA, están presentes en cerca de 57 países en el mundo, en gran parte al suministrar drogas como metanfetamina.